Estas piezas metálicas llamadas cursores también son conocidas por otra serie de nombres menos técnicos como carro, tirador, deslizador, perrillo. Este mecanismo ejerce una presión sobre los dientes y sirve para el cierre o abertura de la cremallera cuando se desplaza hacia arriba y abajo. Con el tiempo y el uso va deformándose, dejando de ejercer la presión necesaria para cerrar y abrir correctamente la cremallera.